viernes, 3 de octubre de 2014

El guardián


La niña miró al gigante a los ojos:
El vacío era blanco, y negro y cian,
y de todos los colores y ninguno.
-- Yo soy eterno –dijo,-- porque del tiempo soy guardián.
-- ¿El alma existe? –dijo ella.
-- Hay preguntas que no he de contestar.
-- ¿Pero puedes?  --Puedo todo…
--Pues hazlo.  –Y destruir la Eternidad…
-- ¿No debo saberlo?  --Puedes.
-- ¿Cómo lo haré?  --Con tu propia verdad.
La niña miró al gigante a los ojos:
Y vio en sus ojos los suyos, y entonces vio su verdad…
Y en su viaje por el Universo
la niña volvió a viajar...
Pensando en la mirada triste
y solitaria del guardián.

miércoles, 27 de agosto de 2014

La mente

Hablas de dar vuelta al mundo,
pero ¿cuán grande es tu mar?
Mi mundo es más grande que el tuyo,
y abarca una eternidad,
que no tiene nombre, no tiene lugar,
no tiene sitio, y siempre va a más.
La mente es inmensa, tan grande,
que ocupa mucho, mucho más
de lo que tú nunca podrás imaginar.
Hay tantas culturas inmensas...
y que hablan de la eternidad,
cada una su propia verdad,
tantas historias ocultas...
saberes sin desvelar,
grandes secretos sin dueño,
marcan principio y final.

viernes, 4 de julio de 2014

El fin...


Es la sombra que ilumina el mundo;
es la inspiración del poeta vagabundo;
de las nueve musas, la que cumple la decena:
la que siempre tarde, o a deshora llega.
Es el miedo que nos hace hacer locuras,
es la verdad que todo lo cura.

domingo, 27 de abril de 2014

La viajera solitaria

Te vas subiendo a los trenes,
como hacen los vagabundos,
y allí, entre mercancías,
vas descubriendo tu mundo.
Perdida en la immensidad...
Querida, el mundo es tuyo.
En tu burbuja de letras,
donde retratas un búho,
entre tu mente de artista,
tu pluma es como un embudo,
por donde pasas el mar,
por donde pasas el mundo.

Perdida robas la música,
que reina en tu corazón,
y en la escultura de tu alma,
retrato de la razón,
y es que eres tan misteriosa...
siempre en busca del amor.
Escribes danzar las olas,
tu poesía es tu voz.
Tú creas fotografías
con pluma en tu descripción,
el efecto de película
entre cada narración.

viernes, 7 de febrero de 2014

La gran empresa


Anclado en el puerto 
hay un gran barco.
La tarea es fácil:
sólo hay que llenarlo.
Y no se complican:
van llegando esclavos.
Ellos van subiendo.
Van encadenados.
Pero no lo saben,
pues no tienen tacto,
no tienen oído,
sus ojos vendados.

También los marinos
lo hacen sin ver;
sólo el capitán
sabe todo bien:
pues donde están ciegos
el tuerto es el rey.

¿Y a dónde va el barco?
¿A dónde se irá?
Pues nadie lo sabe...
Total, qué más da.